El Mercury de 1949 (Serie 9CM) marcó el inicio de la tercera generación de la marca y fue el primer diseño totalmente nuevo de Ford Motor Company tras la Segunda Guerra Mundial. Con su silueta redondeada tipo "bañera invertida", guardabarros integrados y su icónico motor Flathead V8 de 4.2 litros, se desmarcó de la estética tradicional de Ford. Su fama se disparó cuando James Dean condujo uno en Rebelde sin causa (1955), consolidándolo como el símbolo definitivo de la rebeldía juvenil y el coche base por excelencia para los amantes de las modificaciones, quienes solían "picar" el techo (chopped top) para darle ese aspecto bajo y agresivo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario